Cualquier producto que no se utilice bajo las condiciones para las cuales ha sido diseñado podría no satisfacer las necesidades del usuario y, además, provocar daños materiales o lesiones personales. Los siguientes son algunos ejemplos de usos incorrectos de ruedas y conjuntos rodantes:
- utilizar una rueda no apta para el suelo deteriorará la cubierta de la rueda y dañará el suelo;
- optar por un conjunto rodante fijo para condiciones de funcionamiento en las que el equipo deba ser muy maniobrable hará que su desplazamiento resulte extremadamente difícil.
- aplicar una carga superior a la capacidad de carga nominal de la rueda provocará averías y un deterioro prematuro en esta.
Por tanto, es necesario realizarse un análisis técnico de las condiciones de funcionamiento. Solo se deberá optar por la solución más económica una vez que se hayan evaluado las características técnicas del producto. El motivo por el cual debe realizarse un análisis técnico sobre las soluciones de desplazamiento de equipos disponibles es definir las condiciones de funcionamiento y cualquier factor externo que pudiera afectar a su utilización.
Deberán analizarse los siguientes factores a fin de elegir la rueda adecuada:
- naturaleza y estado del suelo (5.1)
- entorno (5.2)
- naturaleza y estado del suelo (5.3)
- velocidad y medio de tracción (5.4)
- maniobrabilidad (5.5)
- diagramas (5.6)
El proceso de elección de una rueda adecuada que se ajuste a las condiciones de funcionamiento puede subdividirse en tres pasos: paso 1: identificación del tipo correcto de rueda en función del suelo y las características del entorno de funcionamiento; paso 2: cálculo de la capacidad dinámica, la carga estática y la resistencia a la rodadura necesarias para la aplicación específica y, posteriormente, determinación del diámetro de rueda; paso 3: identificación del soporte correcto y comprobación de la capacidad dinámica del conjunto rodante (es decir, el conjunto compuesto por la rueda y la horquilla). Si la evaluación de estos diferentes aspectos genera datos distintos en relación con una misma característica de la rueda y/o el conjunto rodante, la decisión final deberá fundamentarse en la condición más conservadora.
Carga estática [N]
La carga estática es la carga máxima que una rueda sin movimiento (estacionaria) puede soportar sin generar ninguna deformación permanente que pudiera reducir su eficiencia operativa. Una rueda instalada en un equipo que se mueve muy ocasionalmente, y que por tanto permanece casi siempre en la misma posición, puede definirse como una rueda sujeta a una carga estática.
Capacidad de carga dinámica
La capacidad de carga dinámica de una rueda se define como el valor (expresado en N) de la carga máxima que dicha rueda puede soportar según las normas ISO 22883:2004 y UNI EN 12532:2001, que en el caso de las ruedas industriales requiere ensayos dinámicos bajo las siguientes condiciones:
- velocidad constante de 1,1 m/s (4 km/h)
- superación de 500 obstáculos y 15.000 revoluciones del diámetro;
- obstáculos con una anchura de 100 mm y una altura del 5% del diámetro de rueda con una banda de rodadura elástica (dureza de hasta 90 puntos en la escala Shore A) y del 2,5% del diámetro en ruedas con bandas de rodadura rígidas (dureza superior a 90 puntos en la escala Shore A).
- temperatura de 20 °C (tolerancia de ± 10 °C);
- funcionamiento discontinuo (3 minutos de funcionamiento y 1 minuto de parada)
- suelo liso, duro y horizontal.
Resistencia a la rodadura
La resistencia a la rodadura es el valor (expresado en N) de la carga máxima que cada rueda individual puede soportar a una velocidad constante de 4 km/h con la aplicación de una fuerza de tracción o un empuje igual a 50 N (sin incluir la aceleración inicial). Este valor se obtiene aplicando una fuerza de tracción de 200 N a un equipo con cuatro ruedas y midiendo la magnitud de la carga transportable máxima por rueda en condiciones de desplazamiento normales. Dicha fuerza de tracción de 200 N aplicada cumple la norma internacional sobre desplazamientos en entornos de trabajo en interiores y ha sido universalmente reconocida como el límite de fatiga humana que puede soportarse durante periodos de tiempo prolongados.